La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que la iniciativa del Congreso de Estados Unidos para imponer un impuesto del 5% adicional a las remesas, afectaría la economía de ese país; sin embargo, informó que su gobierno realiza una serie de acciones para evitar que la ley se apruebe.En su conferencia mañanera, la mandataria mostró un video con testimonios de migrantes mexicanos, quienes consideraron la propuesta del impuesto como algo “devastador”.
No obstante, en el mismo video, recordó que los migrantes mexicanos aportan 2.1 billones de dólares al PIB de Estados Unidos, señalando que de aprobarse la medida los migrantes dejarían de consumir hasta 100 mil millones de dólares.
Precisó que el impuesto se aplicaría para los migrantes de todas las nacionalidades que habitan en Estados Unidos, pero destacó que en el caso de México, la medida incumpliría diversos tratados vigentes entre ambos países.“En este momento en qué estamos concentrados, en el tema de las remesas, por que eso sí afecta a los que menos tienen y afecta a nuestros paisanos, además es injusto y viola tratados conjuntos, en este momento es de nuestro mayor interés que eso no ocurra e informar a los congresistas de Estados Unidos que es discriminatorio”, dijo en Palacio Nacional.
Edgar Amador Zamora, secretario de Hacienda y Crédito Público, explicó que el impuesto sobre remesas violaría el principio de no discriminación del Tratado para Evitar la Doble Tributación entre México y Estados Unidos, el cual establece que ningún extranjero debe recibir un trato fiscal más gravoso que el de un ciudadano en condiciones similares.
Resaltó que las remesas hacia México sumaron 64 mil 700 millones de dólares en 2024, equivalentes al 3.5% del PIB.
Comentó que el 97% de las remesas desde Estados Unidos provienen principalmente de California, con un 33%; Texas, con un 14%; y Colorado, con 4%, mientras que los estados que más las reciben en México son Michoacán, Guanajuato y Jalisco, donde representan más del 20% del ingreso familiar.
Juan Ramón de la Fuente, secretario de Relaciones Exteriores (SRE), informó que el gobierno federal envió una carta a los legisladores del Congreso de Estados Unidos, para expresar que no están de acuerdo con la iniciativa.
Resaltó que en la misiva también se exponen los argumentos por los que la medidas se considerarían una discriminación en términos fiscales y una violación a los tratados.